Por Micaela Hierro Dori *
Dimas Cecilium Castellanos Martí, oriundo de Jiguaní, es Licenciado en Ciencias Políticas y en Estudios Bíblicos y Teológicos. Fue miembro de la Corriente Scialista Democrática Cubana (CSDC) y participó de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada de Cuba. Desde el 2006 es periodista independiente pero ya ha contribuido en revistas independientes como Consenso, Encuentro en la Red, previo a la era de los medios independientes como Diario de Cuba donde escribe en la actualidad. Miembro del Consejo Académico del Centro de Estudios Convivencia (CEC) y Analista del Centro España-Cuba «Félix Varela»(CFV). Es autor del libro La revolución fracasada. Autor de El nuevo Blog de Dimas, de El Centro Hispano-Cubano «Félix Varela». Compromiso y necesidad, La COVID-19 en Cuba y sus consecuencias en la etapa de post-pandemia: visión y propuestas
MHD: Has pertenecido a la Corriente Socialista Democrática de Cuba , ¿Cuándo se fundó la CSDC? ¿A qué aspiraban con la CSDC en un sistema unipartidista?
DCM: La CSDC se fundó en 1992. Ingresé en ella en ese año, por lo que estoy comprendido entre sus fundadores, y formé parte de su Secretariado hasta su disolución en el año 2007. La aspiración con la CSDC era vertebrar un partido político, guiado por las ideas del socialismo democrático: libertades ciudadanas, economía de mercado y justicia social; ideas contrarias al totalitarismo que se había impuesto en Cuba en la vida social, política y económica después de 1959.
En los casi quince años de existencia la CSDC desarrolló una importante labor dentro de la disidencia cubana. En 1997 elaboramos los “Cuadernos”, que era el nombre del programa de la CSDC. En 1998 fundamos el Centro de Estudios del Socialismo Democrático, “Diego Vicente Tejera” –del cual fui su Director–. El Centro realizó seminarios en toda la Isla, esbozó la “Teoría de la Transición” y creó un órgano para divulgar sus resultados: el “Boletín Nueva Frontera”. Luego, en el año 2001 reelaboró los “Cuadernos” de 1997 para actualizar el programa de la CSDC.
En el año 2002 convocamos a la Primera Conferencia Nacional, que por presiones de la Policía Política tuvimos que posponer hasta enero de 2003. Aunque el Gobierno negó las visas a un eurodiputados del Partido Socialdemócrata Alemán y a otro del Partido Socialista Obrero Español, en la Conferencia participaron 40 delegados de nueve provincias, un nutrido grupo de invitados y delegaciones del Centro Internacional Olof Palme de Suecia, del Partido y la Juventud Socialdemócrata de Suecia, del Partido Liberal Sueco, del Partido de la Izquierda Democrática de Italia y un miembro del Partido Socialista Belga Flamenco. Para su celebración contamos con la ayuda de la Coordinadora Socialdemócrata en el exilio y con donaciones a título individual de miembros del Partido de los Demócratas de Izquierda de Italia y de Suecia. En la Conferencia se aprobaron los “Cuadernos” de 2001 (el programa), en el cual se adelantaron varias propuestas; entre ellas la conformación del Arco Progresista, integrado por la CSDC, el Movimiento Juvenil Socialista Democrático, Mujeres por una Izquierda Democrática, el Movimiento Cubano por la Democracia, la Coordinadora Socialdemócrata en el exilio, y el Partido del Pueblo, que tenía su sede en Santiago de Cuba. El Arco Progresista fue una concertación de asociaciones socialdemócratas de dentro y fuera de Cuba, cuyos fines eran fortalecer la agenda socialdemócrata y presentar un proyecto común de cara a la transición democrática.
En la labor de la CSDC el Centro de Estudios del Socialismo Democrático, “Diego Vicente Tejera”, desarrolló una importante labor dirigida a armar a la CSDC con un sistema de ideas, preparar a los miembros y simpatizantes para la socialización de las mismas, mantenerlos actualizados sobre la evolución de la política nacional e internacional. Además el Centro esbozó una teoría para la transición y fundó un órgano para su divulgación: el “Boletín Nueva Frontera”. Y en febrero de 2003 impartió un curso para Promotores de Derechos Humanos y de la Constitucionalidad, en el que participaron catorce alumnos.
En el año 2007 La CSDC por problemas internos, se auto disolvió.
MHD: Has sido parte de la Mesa de Reflexión de la Oposición Moderada (MROM). ¿Cuál fue tu experiencia?, ¿Cómo fue el diálogo con personas de ideologías diferentes para la transición democrática?
DCM: La MROM se fundó el 25 de agosto de 1998, la iniciativa partió de CSDC. En mi condición de miembro del Secretariado de la CSDC fui de los fundadores y formantes de la MROM.
El 29 de septiembre de 1999 la MROM dio a conocer la “Plataforma Común para un Proyecto de Nación”, un programa que contenía una alternativa de cambio democrático que considerábamos viable para Cuba. Y el 16 de septiembre de 2003, con ese fin, publicamos la “Carta de Derechos y Deberes Fundamentales de los Cubanos”.
La MROM fue un esfuerzo por agrupar a un conjunto de asociaciones de diversas tendencias ideológicas por un cambio democrático gradual y sin el empleo de la violencia. En ella se integraron: el Partido Solidaridad Democrática (liberal), que en esos momentos era el partido de mayor membresía en todo el país; la Corriente Socialista Democrática Cubana (socialdemócrata); el Partido Liberal Democrático de Cuba (liberal), El Proyecto Demócrata Cubano (democristiano); el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos; y luego se incorporó el Movimiento de Integración Racial.
El propósito de unir varias fuerzas bajo un proyecto común era y continúa siendo una labor compleja y bastante difícil, en un contexto en que, en lugar de dedicarse primero a construir los espacios democráticos para promover una transición gradual y propiciar los climas de confianza para ese fin, predominaba la idea de provocar un cambio súbito en el poder.
Aunque por los factores negativos como el caudillismo y el protagonismo, unidos a la labor de represión e infiltración de la Seguridad del Estado, de todas formas la experiencia fue útil, pues mostró que a pesar de las diferencias ideológicas y de los problemas de protagonismo, se podía trabajar conjuntamente por la democratización de Cuba. Y a la vez demostró que la cultura del diálogo, de la gradualidad, y de la formación cívica como premisa de los cambios constituía y constituye una asignatura pendiente en Cuba.
MHD: ¿En qué iniciativa de diálogo y consenso de la sociedad civil independiente has participado? ¿Puedes compartir tus experiencias y análisis del éxito y fracaso de las mismas?
DCM: En 1995 tuve una participación efímera en “Concilio Cubano”, una coalición encabezada por el abogado Leonel Morejón Almagro, en la que participaron más de cien pequeños grupos de la oposición. Yo estaba propuesto para participar en una de sus comisiones. No recuerdo si era en la de Deportes. Concilio convocó a una asamblea con todos los grupos para el 24 de febrero de 1996, el mismo día en que, de forma casual o intencional, fueron derribadas cuatro avionetas de Hermanos al Rescate. La detención de muchos opositores, unido a la lucha por el protagonismo entre los líderes y a la actividad de la Seguridad del Estado, la Asamblea se frustró, Concilio desapareció y Leonel Morejón emigró.
Mi experiencia en Concilio Cubano –primer gran intento de unir a la multitud de grupos de la oposición en un propósito común–, es el daño del protagonismo, del caudillismo, la ausencia de una cultura de diálogo, un mal presente en nuestra historia política desde las guerras de independencia del siglo XIX y en los movimientos políticos en el siglo XX.
Otro factor que consideró coadyuvó al fracaso de Concilio fue, en mi opinión, la estrecha relación de mayoría de los grupos opositores con la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana, lo cual, en medio del diferendo entre los gobiernos de ambos países y con el monopolio de los medios de comunicación, el Gobierno aprovechaba esa relación para acusar a los disidentes de asalariados del “enemigo”, lo que les restaba autoridad ante el pueblo, pues el monopolio de la información en manos del Gobierno, facilitaba esa labor de división.
MHD: Eres un prolífero escritor, tanto desempeñándote como periodista independiente o como autor de libros como La Revolución Fracasada ¿Cuéntame tu participación en Consenso, aquella revista que se publicaba entre 2004 y 2007? ¿En qué otras revistas has colaborado y qué puedes contarnos sobre ellas?
Consenso fue uno de los resultados de las iniciativas desarrolladas por la CSDC. Yo participé en su Consejo de Redacción junto a Rogelio Fabio Hurtado, Reinaldo Escobar, Miriam Celaya, Martha Cortizas, Yoani Sánchez y Eugenio Leal. Consenso comenzó a editarse en el año 2004 y duró hasta mediados del 2007, año en que la CSDC desapareció resultado de los problemas internos que confrontamos.
Consenso fue parte de un grupo de revistas independientes que venían surgiendo desde la década de los 90. Fue uno de los intentos por divulgar una visión política plural. Para mí, que no era periodista de profesión, resultó un ejercicio importante para profundizar y divulgar ideas de la realidad que estábamos viviendo, siempre vinculadas con la historia precedente de Cuba. El hecho de participar conjuntamente con periodistas de profesión como Reinaldo Escobar y figuras como el desaparecido poeta y escritor Rogelio Fabio Hurtado, me nutrió de los conocimientos mínimos para ejercer el periodismo ciudadano. Otro aspecto importante fue que, a pesar de todas las represiones y otras limitaciones para su divulgación, se fueron sentando las bases para romper, como se logró más tarde gracias a Internet y a las redes sociales, con el monopolio sobre la información que el Gobierno cubano había implantado desde la década del 60 del pasado siglo.
Una prueba de la intolerancia y represión del régimen fue el mitin de repudio orquestado el 10 de octubre de 2005 en la sede de Consenso, que estaba ubicada en la vivienda de los colegas Martha Cotizas y Eugenio Leal, para impedir que se reuniera el Consejo de Redacción.
Cuando la CSDC se disolvió, como dije antes, los que integrábamos la redacción y con la ayuda de Yoani Sánchez, que había adquirido experiencias en publicaciones digitales, fundamos Contodos, que fue la continuación de Consenso, pero con una visión más plural. Su duración fue efímera, por lo que recuerdo se publicó entre septiembre de 2007 y abril de 2009 aproximadamente, alojada en la blogósfera, en el portal “Desde Cuba”.
Estas dos publicaciones, junto a otras con que contaban las asociaciones opositoras y activistas del campo de la cultura, fueron los antecedentes de las que se fundaron posteriormente mediante el empleo de las nuevas tecnologías de la información, como fue el caso de la revista Voces, una fructífera iniciativa de Orlando Luis Pardo Guerra, Yoani Sánchez y Reinaldo Escobar.
También colaboré con la revista Voces, con la revista Vitral desde 1994, de la Arquidiócesis de Pinar del Río, con la revista Convivencia, que dirige Dagoberto Valdés y con el Boletín Semanal Convivencia donde tengo la columna “Los martes de Dimas”. Colaboré con la revista Curazao, órgano trimestral de la red de Bibliotecas Cívicas “Reinaldo Bragado Bretaña, que dirigía Teresita Castellanos; entre 2001 y 2009, con el periódico digital “Encuentro en la Red” y desde 2010 a la actualidad con el periódico digital “Diario de Cuba”; con la revista mensual del Observatorio de Libertad Académica. También he colaborado con el periódico El Comercio de Perú, con la revista “Trigon Film”, de Suiza y administro el “Nuevo Blog de Dimas”, entre otras publicaciones. En todas ellas escribo artículos de opinión, fundamentados con los antecedentes de nuestra historia política con el fin de coadyuvar a la recuperación de nuestra memoria histórica que intentó ser barrida y a la restauración de la condición de ciudadano.
MHD: Además, eres autor de Nuevo Blog de Dimas. ¿Cuándo comenzaste a escribir este blog? Y ¿cómo interactúas con otros blogueros considerando que en una época era uno de los pocos medios por los cuales se podían difundir ideas y denunciar lo que sucedía en Cuba?
Inicialmente el Blog se llamó el Blog de Dimas, que fue uno de los resultados de la Academia de la Blogosfera Alternativa Cubana, que se creó en el año 2009 bajo la dirección de Yoani Sánchez, donde los alumnos del primer curso, entre los que me encontraba, adquirimos conocimientos de Gestión de Proyectos en Word Press, Ética y Derecho aplicados al periodismo, Redacción y Técnica Periodística, Cultura cubana y Fotografía.
De los primeros graduados después de cinco meses de estudios, en marzo de 2010, emergió la Blogosfera Alternativa. Al terminar el curso todos los alumnos poseíamos nuestros propios blogs, que junto a la revista Voces compartían el sitio digital Desdecuba.com. En el año 2009, aproximadamente, por razones técnicas para su administración, cambié el nombre por el “Nuevo Blog de Dimas”, que mantengo hasta hoy, donde coloco casi todos los trabajos que publico en otros medios.
La revista digital Voces, la Academia de la Blogosfera Alternativa Cubana fueron iniciativas dirigidas a participar en los problemas de la nación, pasando por encima de la decisión de que en Cuba todo tenía que ser iniciativa del Gobierno.
Durante su duración del curso, entre los blogueros que nos formamos en la Academia, establecimos una comunicación de intercambio permanente, de ideas y experiencias, en las que la tirada mensual de la revista Voces constituía uno de los espacios más importantes.
La emergencia del periodismo ciudadano fue favorecida por el empleo de las nuevas tecnologías de la información, lo que permitió la participación social en la producción e intercambio de información sin tener que someterse al Estado, a las instituciones o a las políticas editoriales, que ha terminado por romper el monopolio de la información hacia el exterior y está pujando por romperlo al interior.
* Investigadora y especialista en fortalecimiento de la sociedad civil, liderazgo e innovación democrática .