El poeta nació en 1984 como Niovel Alexander Tamayo pero desde 2010 con su conversión al islam se comenzó a llamar Abu Duyanah Tamayo. Es miembro fundador del grupo Demongeles, uno de los impulsores del Movimiento Amistad y de los acuartelados en San Isidro. Con el grupo Demongeles ha creado la editorial independiente OnCritika en 2019 con ya 12 publicaciones.
MHD: Cuéntame de la fundación del Grupo Demongeles y la trayectoria del grupo, las vivencias y su refundación en los últimos años. ¿Fue coincidencia con el contexto del decreto 349 o fue en respuesta a ello?
ADT: Demongeles es un grupo que surgió en el año 2006, 19 de mayo del 2006, escogimos esa fecha porque fue el día de la caída en combate de José Martí y él significa mucho para el pueblo cubano. Parte de la idea de país y nacionalidad parten de las ideas de él, del deseo que tenía que Cuba fuera una república con derechos para todas las personas, como decía “Con todos y para el bien de todos”.
El grupo en un inicio era de escritores aunque teníamos este grupo de rap Los Aldeanos en las células fundadoras. La idea se le ocurrió a Luis Dener Hernández que en estos momentos es el coordinador general del grupo, aunque, todo el mundo ponía su granito de arena y el grupo estaba dividido en células, cada grupo afín, los poetas, escritores, pintores, músicos estaban nucleados en un grupo donde se sentían cómodos para trabajar.
La idea del grupo era reunir a un colectivo de artistas independientes que no teníamos espacio, y seguimos sin tener espacio, dentro de las instituciones de cultura que tiene el país porque todas pertenecen al castrismo y no permiten a artistas independientes con pensamientos contrarios al régimen. En aquél momento nos decíamos “artistas contestatarios”, ahora somos disidentes, opositores, sociedad civil, tenemos otro nombre pero seguimos siendo contestatarios. La idea era reunir un grupo de gente que pudiera colaborar los unos con los otros y crear los espacios donde pudiéramos hacer nuestra música, nuestra lectura, publicaciones de libros, revistas, exposiciones, aunque fueran en parques al aire libre o el interior de las casas de los miembros y colaboradores. Sabíamos que en ese tiempo había gente que hacía exposiciones dentro de sus casas o lecturas dentro de sus casas y contaba como actividad cultural o artística. Ese fue el principio del grupo.
A pesar de que teníamos más de 40 miembros trabajando a tiempo completo o que siempre estaban en las reuniones haciendo el trabajo de coordinación, teníamos un grupo en Matanzas y otro en Pinar del Río, y se nos ocurrió que teníamos que crear un movimiento para nuclear a todos los demás grupos de La Habana, Matanzas y Pinar del Río, de artistas independientes, pintores, poetas, escritores, músicos, sobre todo los raperos, y con este movimiento hacer fuerza para cambiar la situación.
Esta idea de crear una plataforma, un colectivo para incluir a todos los grupos de artistas que habían en La Habana, Matanza y Pinar del Río, nos llevó a crear lo que se conoció como Movimiento Amistad. Quien tuvo la principal acción del Movimiento Amistad fue la marcha de la No Violencia en noviembre de 2009, pero hicimos otras colaboraciones, trabajamos en otras actividades. Trabajamos también con los muchachos de Omni Zona Franca que hacían algunas actividades donde también se nuclearon y se tomaron como parte de las actividades de Movimiento Amistad nucleando con otros grupos para trabajar y cooperar con estos grupos, Matraka que hacía el Festival Rotilla y Omni con Zona Franca que hacían Poesía Sin Fin, entre otras actividades. Después hicimos la marcha por la No Violencia y eso salió muy mal, hubo mucha represión, nos quitaron algunos medios que teníamos como impresoras, computadoras, algunos muchachos que estaban cumpliendo el servicio militar los metieron presos dentro del servicio porque el régimen los consideraba como militares. Algunos fueron expulsados del país.
En aquel tiempo teníamos muy poco acceso a internet en Cuba y algunos medios de comunicación con los que teníamos alguna relación, no hicieron mucha cobertura de lo que nos estaba pasando. No es como pasó ahora a raíz del 349 que todo el mundo tenía acceso a internet y por la difusión que hacían los mismos activistas los medios de comunicación prestaron atención. En aquel momento no pasó así y la represión fue difícil para todos nosotros, eso llevó a que el grupo trabajara un tiempo más, pero ya para 2013 el grupo había dejado de existir y los miembros más activos dejaron de participar en actividades y ser visibles, se pusieron a hacer sus cosas para sobrevivir aquí, porque mucha gente aunque quiera no puede salir del país porque no tiene los medios, no tiene los contactos, no tienen familiares fuera que los apoyen, y le toca a uno quedarse aquí como se pueda. Este fue un proceso que duró hasta 2017. Cuando llegó el 2018 el Decreto 349, ya había un buen grupo de artistas en La Habana y otras partes del país listos para hacerle frente a este decreto.
Luis Manuel Otero Alcantara decidió que había que hacer algo y todos se activaron, los del Museo de la Disidencia y Omni con Zona Franca e hicieron esa protesta que se hizo famosa mundialmente frente al Capitolio, que es la sede de la Asamblea Nacional del poder popular del gobierno de los Castro. A partir de allì no hubo vuelta atrás, la gente se nucleó más, otros colectivos hicieron campaña contra el 349, Demongeles hizo campaña contra el 349, estuvimos muy activos sobre todo en las redes sociales pero también hicimos activismo en la calle visitando la gente, haciendo algunas campañas, convocatorias y eso llevó a que la cosa se pusiera peor. El colectivo del Museo de la Disidencia reunió algunos activistas y artistas de La Habana y fundaron el Movimiento San Isidro para hacerle frente a la dictadura porque sabíamos que después el 349 iban a venir más cosas porque estábamos listos para seguir dando la pelea.
MHD: Eres poeta que ha impulsado su propio sello editorial junto a Ariel Maceo llamado On Critika, ¿cómo sortean la censura con un proyecto de dicha naturaleza?
ADT: Nosotros en Demongeles siempre quisimos tener una editorial, de hecho habíamos tenido varias publicaciones, un boletín que salía todas las semanas llamada La Otra R, una revista llamada La Tendedera que tratábamos de sacarla todos los meses, a veces no podíamos. Cuando te digo sacarla es porque la hacíamos nosotros mismos, teníamos impresoras, presillas, encuadernábamos y hacíamos todo, tratábamos de repartirla en las actividades, todo con financiamiento nuestro porque era política de Demóngeles no aceptar financiamiento para evitar que el régimen nos acusara de recibir dinero de los EE.UU. y ser mercenarios. Al final nos dimos cuenta que así no recibiéramos dinero de nadie, el régimen siempre utilizaba eso para desacreditarnos.
Hicimos este trabajo de editorial de revisar y organizar los textos dentro de la revista, imprimirlo, encuadernarlo, difundir los boletines y revistas y siempre nos quedó eso de tener una editorial propia, después nos dimos cuenta que podía ser un trabajo, un frente de batalla porque en Cuba las editoriales son propiedad del régimen y están prohibidas las editoriales independientes. Con la refundación de Demongeles volvimos a retomar esa actividad.
En 2019 apareció un proyecto llamado InCuba que nos apoyó con esta idea, nos asesoraron, nos apoyaron a la hora de conseguir impresoras, los materiales para poder hacer los libros, eso fue algo que nos dio un impulso. En estos momentos tenemos alrededor de 12 libros en OnCrítika Ediciones, la hicimos dentro de Demongeles pero la creamos Ariel Maceo y yo, él es un fotógrafo y activista que ha sufrido mucho los últimos años la represión del régimen. Recientemente hicimos una página para la editorial de la cual estamos trabajando en ella.
A mi como poeta me vino bien, hay un libro publicado con OnCrítika, también hay un libro de Javier Moreno que es uno de los fundadores de Demongeles, un activista en La Habana, también un libro de Ariel y de otros muchachos también hay libros, incluso de otros que no son miembros de Demongeles.
Ver tu libro publicado es una alegría que no tiene comparación aunque puedes decir que hay otras cosas que son más importantes o que te pueden alegrar de otra manera, esto es una alegría especial, tener un libro publicado, algunos dicen que es como tener un hijo. Eso nos ayudó a poder hacer activismo, hay otras editoriales editoriales en La Habana y en el país, independientes, con pocos recursos, sin ayudas, con mucho trabajo pero esto hace una suma. Cuando tú tienes tres, cuatro, cinco editoriales, y hay alguien que quiere tener su propia editorial, se fijan en los que ya hicieron algo y tratan de entrar por ahí. Esto llevó a que después de eso el régimen sacara varios decretos y disposiciones legales, algunas referentes al trabajo por cuenta propia donde se decía que no se podían tener editoriales o trabajos de edición impresa, no se podían imprimir libros por cuenta propia. Esto nos señala que estamos en buen camino en este sentido, es un derecho que tenemos como seres humanos.
Ahora estamos trabajando en la editorial, no como quisiéramos porque es muy complicado, para imprimir los libros hay que hacer malabares y desde que empezó el virus chino no hemos podido hacer actividades presenciales para presentar los libros, aunque sí hemos ido a casa de los artistas en La Habana y hemos compartido un café, una conversación, una lectura, y después les hemos entregado los libros a algunos de nuestros amigos escritores, pintores, fotógrafos, y los libros se han estado distribuyendo en La Habana, algunos a otras provincias y otros países con amigos activistas, artistas que han querido tener los libros, y algunos amigos que nos han apoyado a que los libros lleguen a esos lugares.
MHD: Has participado del acuartelamiento, has sido víctima del asedio y la represión del régimen en noviembre del 2020, luego el Movimiento San Isidro con el Proyecto Patria y Vida lanza una plataforma de diálogo con la ciudadanía, los artistas del 27N intentan que haya diálogo con las autoridades, ¿tú que opinas del diálogo, primero entre los actores de la sociedad civil con la ciudadanía y luego con el régimen?
ADT: Yo soy acuartelado de San Isidro, estuve todos los días del acuartelamiento de la sede del Movimiento San Isidro, fui parte de los que sufrieron la violencia del régimen el día que nos sacaron de ahí. Hay un video donde se ve que me agarran cuatro o cinco hombres y me sacan a la fuerza, me tiran de los pelos, en ese momento yo tenía el pelo largo y fue terrible. Después estuvimos varias horas detenidos, se perdieron algunos de nuestros bienes materiales, cosas que teníamos dentro del acuartelamiento, un pantalón que me falta, una camiseta; se perdieron cosas, nos resetearon todos los teléfonos, algunas líneas para conectar el internet, chip de telefonía celular nos lo bloquearon, fue difícil eso.
Cuando nos sacaron del acuartelamiento a los 10 días todo el planeta en función de nosotros, al menos los que tienen que ver con Cuba, los activistas cubanos dentro de Cuba, la sociedad civil estaba atenta con nosotros. Cuando nos sacan de esa manera tan violenta algunos artistas se activaron y decidieron que ellos tenían que hacer una parada pacífica frente al Ministerio de Cultura que duró varias horas y reunió varios centenares de artistas, terminó con una propuesta de diálogo con el régimen, diálogo que no se dio. Hay que tener en cuenta que para que dos partes dialoguen tienen que tener primero el deseo de dialogar, el régimen no tiene ninguna intención de dialogar porque está firme en su posición, tiene el control del país completo, no tienen oposición legal, no hay bases legales para hacer oposición, no se le puede exigir nada ni hacer presión legal para que cambien las cosas en el país, yo creo que hacer un diálogo en esas condiciones.
Yo no estoy en contra del diálogo, yo estoy de acuerdo con el diálogo y todo lo que sea arreglar la situación del país, cambiar el sistema, yo lo apoyo, estoy de acuerdo con eso pero yo conozco las intimidades de los artistas y activistas, he conversado con ellos, sé cómo piensan, así como ellos me conocen a mí, y los que estaban trabajando en el diálogo con el régimen, más allá de que mucha gente vio una esperanza para sentarse a dialogar, los que estaban trabajando en esta situación no son los más capacitados para dialogar, más allá de que yo creo que no estamos en condiciones ninguno de los cubanos de sentarnos a dialogar y si se diera un escenario donde tuviéramos que sentarnos a dialogar se va a necesitar la asesoría de otra gente más experimentada. Yo siempre pienso en (José Miguel) Insulza, quien era jefe de la OEA, como un negociador que nos podría ayudar asesorando así sea desde un teléfono porque es una persona que tiene experiencia como negociador y tiene resultados como negociador. Supongo que hay más gente que puede servir de apoyo y se puede hacer una negociación de muchas maneras, pero yo no estoy en contra de negociar con el régimen porque negociar ayuda a que la cosa sea pacífica. Algo que no podemos perder de vista porque el régimen es el que tiene toda la fuerza y la mejor arma que nosotros tenemos es la resistencia pacífica, tenemos que aferrarnos a ella en todos los escenarios, sentarse a dialogar es parte de eso.
Siempre he creído que soy un negociador y tengo que estudiar al respecto, aprender cómo negociar, cuáles son los momentos, que se negocia y que no. En ese momento cuando se está planteando la negociación hay algunas publicaciones mias en Facebook sobre todo, donde expreso que no estoy de acuerdo con la negociación, pero no con el hecho de negociar, sino con la negociación que se estaba intentando llevar a cabo en ese momento. Estoy seguro de que se debe negociar la salida de la dictadura de una forma pacífica, en eso estoy de acuerdo y espero que esa sea la vía, que las partes se sienten y se llegue a un acuerdo en que todo el mundo gane, porque una de las cosas que creemos por las que el régimen no acaba de hacer los cambios que necesita la sociedad civil, que necesita el país, que necesita Cuba, es porque el régimen -la cúpula, los altos funcionarios- saben que han cometido delitos, crímenes que con justicia van a tener que pagar. Una de las maneras que se podría salir de la situación es hacer algunas concesiones con ellos, no creo que con todos se puedan hacer concesiones porque es duro decirle a una madre que le mataron a su hijo que vamos a perdonar al criminal, al asesino, pero si buscar una salida en que todas las partes estén beneficiadas, donde todos salgan ganando, eso es lo que yo entiendo en ese sentido.
MHD: Tras las movilizaciones del 11 de julio, el régimen ha buscado aleccionar a la ciudadanía mostrando juicios sumarios, penas absurdas a menores de edad y con cargos como sedición. ¿Crees que ha sido exitoso en volver a reinar el miedo o ya la gente se quitó un velo que no vuelve a ponérselo?
Después del 11J y durante los días que estuvo la gente protestando el régimen mostró una cara que no mostraba desde los años 60s, hubo mucha violencia, por lo menos en La Habana se cuenta un asesinato, la policía asesinó a Diuber un muchacho de La Gûinera que tenía 36 años en ese momento cuando lo asesinaron, y después el régimen se llevó gente detenida esos días pero también fue casa por casa buscando jóvenes para encarcelarlos bajo estos cargos de sedicion y otros cargos más. Esto ha hecho que mucha gente tenga miedo que si sale a protestar los metan presos, les van a dar golpes o los van a matar, pero también ha hecho que mucha gente que no hacía nada, que no opinaba, comience a expresarse libremente.
Nosotros aquí usamos una palabra “Singao” que es como una persona mala que hace cosas en contra de los otros, que no piensa en los otros, que solo piensa en él y hace cosas para afectar a los otros. Esta palabra nosotros la usamos para describir al dictador Díaz Canel, y ahora esta palabra que antes era una cosa que muy poca gente utilizaba, ahora todo el mundo cuando se refiere a Díaz Canel la usa, incluso se oye en la calle a los niños cuando uno saluda al otro, uno dice: “Díaz Canel” y el otro responde: “Singao”.
Las madres de estos familiares que están presos también se han activado y se han empezado a reunir con los activistas, opositores, Damas de Blanco, para averiguar qué tienen que hacer, cómo tienen que hacerlo, ya han perdido ese miedo. La gente alrededor de estos familiares también ha empezado a apoyar, los vecinos. Ya la situación en Cuba no es solo de opositores y activistas en contra del régimen, el pueblo por todo esto que ha pasado, y la manifestación del 11 lo demostró, que hay una parte importante de Cuba que está lista para salir a la calle a protestar porque la situación está difícil, el castrismo no quiere aflojar, más bien lo que hace es ir apretando. La manifestación se dio por toda esta serie de leyes y cosas que el castrismo ha hecho para apretar al pueblo y mantenerse en el poder, pero la situación en Cuba está como de cambio, esto ha hecho que la gente empiece a manifestarse. En una cola para comprar un pollo se oye a la gente diciendo que el país está mal, que la culpa es de Díaz Canel, que esto tiene que cambiar; eran cosas que no se oían de la manera en que se están oyendo ahora. Aunque el régimen ha logrado intimidar a alguna gente, por otro lado antes del 11 teníamos menos gente haciendo activismo, denunciando, exigiendo sus derechos, y teníamos el mismo miedo.
Ahora algunas gentes específicas, grupos poblacionales, la gente de La Güinera, otras localidades como Palma, Santiago de Cuba, San Antonio de Los Baños, Artemisa, que tengan más miedo porque está más militarizada la zona, han recogido más gente presa, puede ser que estas localidades que tengan un poco más de miedo, pero por lo general hemos ganado porque tenemos más gente denunciando, haciendo oposición que antes del día 11, y en ese sentido es bueno para la Cuba que queremos porque necesitamos que sea el pueblo porque no creo que nosotros como activistas seamos suficiente para hacer el cambio pero servimos para motivar a los otros, si nosotros podemos hacerlo los otros cubanos también y eso es lo que ha venido pasando, se ha ido sumando gente, y si antes del 11 teníamos 10 personas, ahora tenemos 20, y aunque hay miedo -porque siempre tenemos miedo- ahora somos más.
MHD: ¿Crees que el movimiento artístico y miembros de la sociedad civil se encuentran más abiertos a la cooperación que por ejemplo, 10 años atrás? ¿Crees que hay mayor confianza entre los actores?
ADT: Sin lugar a dudas hemos ganado en confianza, los diferentes activistas y opositores nos llamamos, nos escribimos, tratamos de contactarnos, de conectarnos, de ver en que nos podemos ayudar y se han creado plataformas para que podamos unirnos y cooperar más. Sin duda esto es ganancia para la sociedad civil cubana, si seguimos potenciando eso, trabajando en eso, los resultados serán mejores y mayores, llegará un momento en que el régimen tendrá que rendirse porque no le queda más opción porque el pueblo siempre está pendiente de lo que hacen los activistas, los artistas, los defensores de derechos humanos, los opositores. Por donde van los opositores el pueblo también quiere ir, y se ve en el apoyo que tenemos con la gente en la calle, en las redes sociales, la gente que nos visitan, que tratan de ver en qué nos pueden apoyar aunque sea de palabra, eso no se veía antes y ha hecho que tengamos más confianza los unos con los otros y que nos apoyemos que es lo que más necesitamos. Creemos que esto tiene que seguir creciendo aunque hemos tenido últimamente esta presión que ha hecho que muchos activistas se vayan del país, pero seguimos firmes en la pelea, como decimos aquí en Cuba.