Raydel salió de Cuba en diciembre de 1994, vivió y participó del Maleconazo, y de los 29 años que lleva en el exilio, vivió 17 años en Suecia y hace 12 años que vive en República Dominicana.

En la actualidad se desempeña como Subsecretario para el Caribe y Latinoamérica del Consejo para la Transición Democrática de Cuba.

 

MHD: ¿Quieres contarnos cómo y cuándo has comenzado a apoyar a la sociedad civil cubana independiente de la isla en la lucha por la democratización en Cuba? 

RFA: Mi apoyo a la causa libertaria y democrática de la Patria no es de ahora, es desde hace mucho tiempo. Todo lo que sucedió, viví y sufrí comenzó durante los tristes y crueles días del éxodo por el Puerto del Mariel en 1980. En aquel entonces tenía 14 años, fue como un pinchazo, una llamada de atención, de crítica a la forma en que vivíamos en Cuba. Fue un despertar humanista más que político.

Nunca pertenecí a la UJC (Unión de Jóvenes Comunistas) ni a otra organización política ni social creada por la Dictadura. Pero, ¿cómo un maestro, un pedagogo, que debe enseñarnos valores de respeto al prójimo, tolerancia y civismo puede ser quien te obligue a participar en un acto de repudio, vejación, humillación y escarnio a una persona, a un compatriota, solo porque desea emigrar a los Estados Unidos para reunirse con su hija y nieta? Esa pregunta me hizo pensar en la forma de sociedad en la que vivíamos siendo hijo de comunistas, quienes creyeron en la utopía y tenían el sueño de construir un país mejor y trabajaron para hacerlo realidad.

Mi apoyo a la sociedad civil independiente es de vieja data, pero desde hace un par de años se ha hecho más activa y comprometida. Mis simpatías y apoyo están con toda la sociedad civil independiente y la oposición política pacífica quienes sabe de mi compromiso y lucha cívica y política por ver y vivir en una patria Libre y Democrática  de todos y para todos, nuestra disponibilidad es total para lo que necesiten y esté en nuestras manos como Cubano y miembro del CTDC.

 

MHD: ¿Crees que ahora hay más lazos de cooperación que hace 30 años entre los cubanos del exilio y los de la isla?

RFA: Definitivamente hay un gran despertar político, cívico, libertario, psicológico y emocional del exilio hacia lo que está sucediendo en la patria, contra la dictadura y sus atropellos, humillaciones, corrupción, incompetencia, represión, violencia, explotación y uso de forma descarada e inmoral del exilio y las flagrantes violaciones de las libertades y los derechos humanos, es un compromiso de lucha que en todos mis años en el exilio no lo había visto. 

Este despertar lleva tiempo en acción y movimiento. Puedo decir que ha renacido desde hace un par de años en los Estados Unidos y la demostración política que mejor lo expresa y explica fue lo que sucedió en las elecciones presidenciales y congresuales en noviembre de 2020, con el triunfo del llamado Muro Rojo Republicano en la Florida. Esta nueva actitud de lucha y compromiso se extiende a todos los países donde vivimos cubanos. 

Un comportamiento grupal es digno de un estudio sociológico que intente explicarlo y comprenderlo, es como si el exilio también hubiera perdido el miedo que a los de mi generación nos inocularon desde que teníamos uso de razón, desde que estábamos en el vientre materno y que aún existe en muchos de los cubanos que viven bajo la dictadura. Una  Espada de Damocles lista para caer sobre cada uno de nosotros, los cubanos de adentro y de afuera, que nos prohíban visitar nuestro país y a nuestras familias. Una amenaza y chantaje muy poderoso que, sin margen de dudas, influye en todos los cubanos.

El exilio se ha convertido en la principal fuente de ingresos y sostén de nuestras familias en la Isla, lo que hace el lazo de cooperación vital para sus vidas. Atención: es la primera fuente de ingreso en dólares estadounidenses para la dictadura, por encima de los ingresos por la explotación de los médicos, esos esclavos modernos que trabajan para el régimen en el exterior. Estamos hablando de unos US$ 6-7 mil millones al año por concepto de remesas monetarias, recarga de teléfonos, compras de alimentos y artículos de aseo, viajes e importación de bienes.

La pregunta que me hago es la siguiente: ¿se apagará este despertar del exilio cubano? Después del 11-7 y los históricos acontecimientos que hemos vivido y los que faltan por llegar, lo veo muy difícil, para mí la lectura más importante del 11-7 es la pérdida del miedo de nuestros compatriotas, expresada de forma cívica y política en las calles de Cuba al grito unánime de Libertad.

El lazo de cooperación del exilio con los hermanos y familiares que viven en la Patria seguirá consolidándose y fortaleciéndose en todos los aspectos de la vida, lo que sin dudas nos acerca más a la soñada y deseada libertad y democracia martiana por la que siempre hemos luchado y seguiremos luchando hasta ver a Cuba libre y democrática.

 

MHD: Eres Subsecretario para América Latina del Consejo para la Transición Democrática de Cuba creado en los últimos meses, ¿cómo se ha formado este nuevo espacio de la oposición, y por qué crees importante sumarte a él?

RFA: Hace apenas un par de semanas fui nombrado por la Secretaría de Relaciones Exteriores del Consejo para la Transición Democrática de Cuba (CTDC) como Subsecretario para América Latina y el Caribe con asiento en la hermana República Dominicana como su representante y delegado. Un honor y una oportunidad especial de aportar y ayudar en la lucha por la libertad y la democracia de la patria que espero cumplir y estar a la altura de la responsabilidad que por circunstancias no deseadas ni buscadas ha recaído sobre mis hombros.

La idea del CTDC fue gestándose desde hace bastante tiempo, siempre lo comentaba con la Sra. Elena Larrinaga, Secretaría de Relaciones Exteriores del CTDC, que las fuerzas libertarias, la sociedad civil independiente, ONGs, los partidos políticos y democráticos, de la isla  y del exilio, cubanos todos necesitábamos darle vida política a una institución que fuera capaz de aglutinar, unir y liderar la lucha por la libertad de la patria en este histórico momento que vivimos, demostrarle a los cubanos de adentro y de afuera y también a la comunidad Internacional  que somos capaces de gobernar Cuba después de esta larga y despiadada dictadura, que podemos gestionar y administrar la compleja transición en la patria, que podemos volver a unir a la separada y sufrida familia cubana, que tenemos la legitimidad moral y política para construir la nueva Cuba que grita Libertad y pide el fin del comunismo y la dictadura. 

Fue un largo proceso de debate, de amplio consenso, participativo y democrático donde el liderazgo del CTDC lo forman , en su gran mayoría, compatriotas que viven dentro de Cuba. Nuestros hermanos que viven en la isla son los que tienen en sus manos la mayor responsabilidad y el principal trabajo por hacer. Además, son los que cargan sobre sus hombros la represión y la cárcel, el sacrificio y el martirio de la lucha.

Fue un proceso que tuvo como principio rector ir de adentro hacia afuera, el exilio apoyará en todo lo que sea necesario y la Secretaría de Relaciones Exteriores del CTDC es la encargada de poner en práctica la política exterior y las decisiones que en ese terreno tome el CTDC. Ese es nuestro trabajo, denunciar a la dictadura a nivel internacional además de promover la agenda y los objetivos tácticos y estratégicos  del CTDC para lograr, en el menor tiempo posible, en una patria libre y democrática, martiana de verdad, de todos y para todos.

El Presidente del CTDC es José Daniel Ferrer, uno de los líderes políticos más importantes dentro de Cuba, con un largo historial de lucha contra la dictadura, fue uno de los 75 presos políticos de la Primavera Negra en 2003, ahora mismo detenido y en paradero desconocido. Entre otras distinciones, en junio de 2020 recibió la Medalla de la Libertad Truman-Reagan entregada por el gobierno de Estados Unidos.

 

MHD: ¿Qué rol debe cumplir en este nuevo contexto de las manifestaciones del 11J el Consejo para la Transición Democrática?

RFA: Hemos esperado muchísimos años para contemplar de forma atónita, pero emocionante lo que sucedió el 11J, pensábamos que era algo imposible de ver aunque había señales que nos invitaban a ser optimistas, porque el número de manifestaciones y protestas públicas había venido creciendo desde los últimos meses del año pasado. Realmente fue algo histórico y excepcional escuchar a  nuestros compatriotas gritando Libertad, Abajo el comunismo y Patria y Vida por las calles de toda Cuba.

El trabajo del CTDC debe ser apoyar y ayudar, en todo lo que podamos,  a los compatriotas que dentro de Cuba luchan de forma pacífica y cívica por la libertad, por sus derechos humanos,  políticos y económicos, por vivir en una Cuba democrática y martiana de todos y para todos. Debemos darle apoyo legal, moral, político, de imagen y económico a los presos y sus familiares. Denunciar en todos los foros internacionales la represión que ha desatado la dictadura contra los manifestantes pacíficos. Hay que empoderar e influir en los hermanos cubanos para que se sumen de forma pacífica al grito de Libertad y no más Dictadura ni Comunismo.

Este histórico momento que estamos viviendo el CTDC debe liderarse con pragmatismo y humildad para lograr ver realizado el sueño  de la gran mayoría de los cubanos, de dentro y del exilio: vivir en una Cuba libre y democrática.

 

MHD: ¿Cómo este espacio creará espacios de diálogo con la ciudadanía?

RFA: El CTDC está formado por unas 30 organizaciones sociales, cívicas, culturales y políticas, es muy plural y amplio, por lo tanto es representativo de la Cuba democrática, inclusiva y plural por la que trabajamos. Uno de nuestros objetivos más importantes es  hacer pedagogía para fomentar una cultura de diálogo, de tolerancia, de respeto a la diversidad y las diferentes opiniones políticas dentro de una sociedad cerrada, usando el término del filósofo austríaco Karl Popper. Estamos trabajando en el diseño de un plan para que el mensaje del CTDC llegue a toda Cuba, no es algo fácil por la represión y el método que emplea el DSE (Departamento de Seguridad del Estado) de no permitir la más mínima actividad política que ponga en peligro su poder tiránico, pero se logrará.

Por eso le pedimos a la Administración Biden que entre las medidas que está analizando y estudiando para ayudar a la libertad y democracia de Cuba, busque la forma de que todos los cubanos que viven en Cuba tengan acceso libre y de calidad a internet las 24 horas del día, los siete días de la semana. Hay que romper el monopolio y el control de la información que tiene la dictadura.

Recordemos la didáctica experiencia histórica de la Primavera Árabe, cómo se desarrolló y lo que logró por medio de la libre comunicación a internet entre los miembros de las sociedades que acabaron con las longevas dictaduras de Ben Ali en Túnez, la de Mubarak en Egipto y la de Gadafi en Libia.

Decía el Apóstol José Martí: «Ser cultos para ser libres». Parafraseándole: Estar comunicados e informados para lograr la Libertad.

 

MHD: ¿Cómo se está trabajando para crear lazos de solidaridad con el pueblo democrático latinoamericano?

RFA: El trabajo del CTDC recién comienza. Tener un delegado o representante en la capital de cada país del Hemisferio es el objetivo estratégico de la Secretaría de Relaciones Exteriores y uno de los ejes de nuestro trabajo. Hay que diseñar una estrategia comunicacional y de marketing para llevar el mensaje, la razón de ser y destino histórico del CTDC a las naciones del Hemisferio. Esta entrevista es solo el comienzo de esa estrategia. Hay que explicarle a los hermanos del Hemisferio que lo que buscamos y promovemos es la libertad y la democracia de Cuba por medios cívicos y pacíficos.

 

MHD: ¿Cuál es tu mensaje para el pueblo latinoamericano?

RFA: Nuestro mensaje a los ciudadanos de Latinoamérica y el Caribe es que nuestra lucha y compromiso es para ver y vivir en una Cuba libre y democrática, martiana de verdad, con todos y para todos después de más de 70 años sin democracia ni libertad. No es una lucha maniquea entre la izquierda y la derecha, entre el socialismo y el capitalismo. Es entre la libertad y la opresión, entre el bien y el mal. Para volver a unir de nuevo a la dividida y sufrida familia cubana. 

La dictadura castrista es una amenaza a los valores democráticos y a la libertad hemisférica. Es tiempo de que los hermanos latinoamericanos y caribeños despierten y actúen ante este peligro denunciando y demandando a sus Gobiernos que se pongan del lado correcto de la Historia, apoyando como puedan nuestra causa libertaria y democrática. Una Cuba libre y democrática va en beneficio de todo el Hemisferio.

Este segundo Grito de Libertad que escuchamos a lo largo y ancho de Cuba el histórico domingo 11 de julio de 2021, no se apagará, retumbará y amplificará para darnos la fuerza y la determinación, porque nos asiste la justicia, la verdad, la razón, la moral y con la ayuda de Dios lograremos ver a Cuba libre y democrática en el menor tiempo posible.

* Entrevista realizada por Micaela Hierro Dori el 26 de julio de 2021