Juliana Rabelo, nació en Pinar del Río, ya caído el Muro de Berlín, en 1991. Es investigadora, trabaja en el Instituto de Artivismo Hannah Arendt (INSTAR) y colabora con revistas independientes. Participó de la manifestación de artistas frente al Ministerio de Cultura el 27 de Noviembre de 2020.

MHD: Fuiste arrestada en el 2018 por intentar conocer a Berta Soler, líder de las Damas de Blanco y confundida como alemana por haber dicho que regresabas de Alemania, ¿Habías ido por trabajo o tienes familia allí?

JR: No, en este caso fui por turismo, fui a visitar unos amigos. De hecho estuve en muchos lugares de Europa pero eso era algo que me había perturbado. El salir de Cuba yo lo vivo como una situación de éxito, no puedo negarlo, y también salir de Cuba para mi fue muy chocante porque tienes noticias de que Cuba no es lo que dicen que es pero cuando uno lo vive, se tiene una experiencia empírica de eso es mucho peor. Uno entiende que las situaciones de injusticia son tan cotidianas, tantas y de tan gran escala que yo no podía entender por qué los tomates en Italia, que es un lugar caro, son tan caros como en Cuba, ni podía entender la abundancia. Yo no podía entrar a estas cosas donde venden, me daban ataques de pánico, era como “no puede ser”. Encontrar como cinco rollos de papel sanitario en un baño público era como “no puede ser”. Yo se que son tonterías, pero también hay mucho peregrinaje fuera de Cuba y tener que decirle alguien que me dicen que yo no soy cubana o que mi experiencia de Cuba no es válida, es decir “mira lo siento, tengo 26 años de experiencia siendo cubana y viviendo en Cuba ¿Cómo vas a decir eso?” ya sabes, todos los clichés que se tienen sobre los cubanos y sobre su opinión, que si el Ché o Fidel, y es como que uno tiene otras perspectivas sobre los militares que no son muy románticas. En fín, era super raro pero yo tenía ese compromiso que a parte se unía con mi investigación para la obra de teatro. Eso fue super raro, yo terminé por supuesto en una estación de policía -es la única vez que he estado-, pero ellos tienen un procedimiento muy raro, te llevan a la celda, te muestran la celda, luego te dicen “no, no sácala”, después tienen una serie de tortura psicológica con policía bueno y policía malo, te empiezan a pedir tu filiación religiosa, política y motivaciones, como detalles, cosas así, cosas que yo no tengo claras, de hecho; fue como “No lo había pensado”, y también hay cosas que me llamaron mucho la atención y que fueron muy chocantes, tenían un juego erótico con las esposas un policía hombre y una mujer, y yo como “¿Por qué hacen eso?” las esposas cuando uno está detenido esa imagen es torturante, les dije “No hagan eso delante de mí, háganlo en privado, están haciendo un juego sexual”. Yo tengo entrenamiento comunicativo de humanidades.

MHD: Y ese día que viste el hostigamiento en casa de Berta Soler ¿era la primera vez que presenciabas ese tipo de violencia policial o ya habías visto actos de repudio? porque terminaste siendo víctima cuando te detuvieron y te interrogaron.

JR: Es difícil de decir, yo creo que una presencia sí física sí, pero por ejemplo yo se que eso con Adoni o con otras personas que yo conocía ¿no? o sea, siempre hay noticias sobre esto, de hecho el gobierno y las autoridades se encargan de que tu te enteres que ciertos comportamientos están prohibidos para ti y que van a terminar mal. Claro que yo hasta ahora es que no entiendo bien, ahora hablando con mis padres logro entender como funciona porque me doy cuenta que ellos hablan mucho con metáforas, y las metáforas tienen que ver mucho con la guerra y una situación de hostilidad extrema. Ellos asocian una conversación random que no tiene nada que ver con eso, con la guerra y con el enemigo, y yo a veces les digo: “Bueno Padre ¿Qué enemigo? ¿Qué guerra? ¿De dónde vienen las balas? ¿Qué balas? ¿Alguien te ha amenazado?” Cuando alguien pregunta por hechos, por datos concretos, se quedan confundidos y van al enojo, y yo funcionaba así. Uno evita a toda costa estar en este tipo de situaciones, al punto de la cobardía. En ese sentido hay una prudencia extra. Yo tenía noticias de eso pero nunca había estado en ninguno, de hecho creí que era exagerado, era del tipo de persona que pensaba que se exageraba con este tipo de situaciones, pero no se exagera, de hecho ni siquiera las noticias están cerca de lo que es verdaderamente, es atroz, es desproporcionado. Tiene una teatralidad inmensa que no hace falta para lo que está sucediendo. Actos inermes, actos que no tienen una intencionalidad específica, política o cívica. Son actos cotidianos normales como ir a una casa de alguien, todo el mundo sabe que eso se puede hacer, no es que estás yendo a una prisión. Creo que físicamente es la primera vez, luego ya vino una avalancha de esas cosas lamentablemente.

MHD: ¿Qué es lo que más te mueve de tu trabajo, el hecho en sí de investigar o tratar un tema en particular?

JR: Trabajar en INSTAR, de hecho es un privilegio porque los temas que a mi me interesan de investigación, que es epistemología e intersección entre arte y ciudadanía hacen que colaborar con INSTAR sea un lugar privilegiado porque es un lugar para esto. De hecho mi invitación a trabajar con INSTAR es por esto porque yo tengo nociones teóricas, y es posible gracias a la plataforma de Instar poner en práctica; o sea, cómo llevar comportamientos políticos a comportamientos más cívicos, como tener prácticas cívicas, no sólo a través del arte. En fin, son como capas que no se ven pero que son necesarias para articular cohesión, organización y hacer justamente lo que falta en Cuba, que las personas están tan atomizadas que muchas veces se sienten solas en sus miedos, se sienten incapaces y es muy opresiva la idea que se repite como mantra de “Esto no lo tumba nadie”, es muy monolítico, muy cerrado. 

A los cubanos les han sacado su agencia completamente y sus nociones sobre la realidad, lo que pueden y no pueden hacer, yo los veo en la mente presos con camisas de fuerza, porque creen que no tienen agencia. Si no tienes derecho a asociación, derechos básicos para poder superar cualquier situación que no se puede superar individualmente, es decir la mayoría, pues no se puede hacer prácticamente nada. Es terrible la soledad de un cubano.

En INSTAR  con la idea de Tania fue como aprender haciendo, pero esto da una posibilidad de formatos desde el peripatético hasta no se cuales. Es increíble, es el sueño de cualquier investigador poder experimentar sus intuiciones. Es un privilegio. Yo había conocido INSTAR antes porque una amiga en el segundo año de la carrera me dijo que estaban leyendo a Hannah Arendt, y yo decía “Esto no es posible, en Cuba no se puede leer a Hannah Arendt”. Recuerdo el día en que llegué a la performance en que Tania inaugura Instar y la calle completa estaba sitiada, porque en Cuba no se puede leer Hannah Arendt.

Estaban leyendo “Orígenes del totalitarismo” que es una cosa muy densa que nadie iba a entender eso, muy paranoicos. Yo voy con mi cámara de lente grande y parezco como extranjera y me dejan pasar. Obviamente no dije que era cubana y que iba a ver a Tania, simplemente pasaba por una calle turística. Ellos quieren pasar desapercibidos pero no pasan desapercibidos para alguien que entiende que va a un lugar así. 

Yo llego y estaban leyendo “Orígenes del totalitarismo” y yo tenía mucho miedo de estar ahí porque no podía creer que estuvieran leyendo esto en un micrófono en alto, de hecho la invitación era a leerlo en un micrófono sentados en un sillón, en un portal de INSTAR, y yo estaba ahí observando, yo no podía leer eso. Fue hace tal vez seis años, 2015, siete años. Yo en 2015 tenía un miedo terrible a hacer una performance tan sencilla como esa, extremadamente sencilla porque además “Orígenes del totalitarismo” ya lo había leído en la escuela porque es algo que se lee en filosofía política como algo básico, pero públicamente no y era algo así como “esta gente no está bien”, entonces uno empieza a negociar como el gobierno y las autoridades te han enseñado a negociar: “Ellos lo hacen porque son extranjeros”, “ellos lo hacen porque son artistas de renombre” que también es verdad, la práctica de las autoridades es esa, que es esa la otra nota que yo narro eso y mi texto final es un homenaje a una exposición que hizo Tania, era como si mi nacionalidad importara más que mi dignidad, pues cuando ellos decían: “¡Es alemana! ¡Es alemana!” ni me tocaban, pero cuando me preguntan directamente: “¿Tú eres alemana?” y yo les digo ¡No!, me preguntan: “¿De dónde eres?” y yo les digo: “Soy cubana”, los policías me empiezan a agarrar, a hacerme llaves…

MHD: Ahí perdiste todos tus derechos… tus derechos humanos.

JR: Fue horrible, fue horrible, yo nunca había vivido eso, eran como palabras mágicas ¿no?

MHD: Si eres cubana, yo soy tu dueño, si eres de otra nacionalidad no. ¡Es terrible!

JR:  Y también está el sufrimiento que es el de la empatía. Uno de los procesos es que los cubanos están muy inmunizados con esa atomización. Uno corta todos esos procesos naturales de empatía que te evitan la repugnancia, el dolor, por eso hay muchos de los teóricos que a mi me gustan que dicen: “A pesar del dolor y la repugnancia debes mirar hacia ahí y lidiar con eso porque también son motores afectivos que te están cortando”. De la gran saturación de resortes emocionales y afectivos que hay en Cuba los cubanos terminan siendo indolentes, y tienden a mirar para otro lado.

Cuba es altamente violenta, es un país muy violento, la violencia lenta que hay en Cuba de hambre y de cosas muy sencillas.

En esa intersección, los que llegan desde el arte y los que llegan desde el activismo no tienen las mismas posibilidades, normalmente los activistas van presos y los artistas no. Los artistas van a otro lugar o tienen otros privilegios, y son privilegios fomentados por el gobierno, no es casual, es sistémico. Hay muchas maneras llegar, hay activistas que se han dado cuenta que hacer arte les ayuda a llegar mejor, y hay artistas que también rentabilizan el hecho de hacer activismo, o sea, lo  digo de la  mejor manera, no lo digo de la manera como lo diría el gobierno cubano, lo digo como capitalizar, pero no lo digo en el sentido peyorativo al capitalismo sino de usar una plataforma para llegar a uno u otro público, o una u otra conciencia. 

Yo nunca entendí que la seguridad del estado estuviera conectada con la universidad, en serio, yo no lo entendí sino hasta muchos años después. Yo decía: “No puede ser” simplemente no lo entendí y esa posibilidad no pasó por mi cabeza, que fuera tan omnipresente el gobierno invisible de la policía política. De hecho no conectaba de ninguna manera ser estudiante ejemplar y de pronto termino con dos puntos públicamente en mi tesis, no tenía sentido y era tan así que me succionó todo el sentido de mi vida. Después yo empecé a entender cómo funciona Cuba, porque hasta ese momento no entendía, y yo creo que la mayoría de las personas viven así, creen realmente que Estados Unidos es terrible, no entienden cómo funciona el sistema financiero internacional, no entienden de lógicas del mercado, no creen que hagan falta ningún tipo de representación o en los debates de la minoría, o sea hay cosas muy sencillas que los cubanos no entienden. Tienen unas murallas afectivas enormes contra lo que yo diría una contemporización del pensamiento; piensan como en una colonia porque el gobierno cubano funciona como una monarquía, con leyes muy rígidas y muy locas, y cambiando el lenguaje siendo super manipulado. Entonces cuando uno explica, porque además un filósofo como operador del lenguaje, explica y destruye todas las lógicas que la gente tenía. La gente se enoja: Mis padres, yo noto que no se enojan conmigo, porque fue como que me levanté de la casa y me fui, regresé y seguimos hablando normal, pero esa reacción yo la he notado muchas otras veces con otras personas. Estoy intentando integrar eso en la comunicación porque no quiero tener una práctica cruel hacia mis padres, amigos, tíos, que son gente que no tienen ninguna aspiración de ser alfabetizados. Ellos conocen su verdad y la mía también, el mundo es diferente a como cuando ellos tomaron esas decisiones.

Aunque uno teorice o imagine el totalitarismo, en la realidad el totalitarismo es imposible, porque tienes tu mamá así sea comunista y milite en el partido comunista, debes conocer sus valores, y desde ahí yo entiendo una organización política, y cuando se la explico ella no tiene ni noción de lo que es una organización política, ni sabe que está participando de la política, y entonces yo le empiezo a explicar todas estas cosas en la manera que para mi también es un desafío, porque por eso empecé a trabajar con artistas y con procesos culturales porque la academia estaba super desconectada de la cultura o de una forma más fluida de intercambio de conocimiento, y eso también está mal, primero porque aísla a la academia y al resto de la academia, es un proceso de ida y vuelta y yo creo que es necesario poder contemporizar con los padres, con los niños, los vecinos, y evitar prácticas de crueldad o de imposición, porque nos enseñan que el pensamiento de la academia es más válido que otro, o uno también termina gritando sin escuchar lo que el otro te dice que también es sabiduría, es un modo de existencia, es un modo de vida que no siempre es errado, porque no puedo suponer a priori que militar en el partido comunista es una práctica aborrecible. Yo se que esto cuestiona mucho y deja tambaleante nuestro enfrentamiento con la realidad, porque tiene que ser así, porque si no es abierto no será la realidad, será lo que tu quieres que sea. 


MHD: Hacen inteligencia con una impunidad y lo hacen evidente, están violando tu intimidad, te están grabando y lo hacen tan evidente que si no fuera Cuba yo pudiera hacer un juicio por difamación, robo de datos o hackeo. 

JR: Tan loco como pueda parecer para el mundo libre no funciona pero para Cuba funciona, hay que tener como unas prácticas éticas, explicar la éticas sobre eso porque en Cuba funciona. La gente está corrompida en su nivel de afectividad más elemental que es tener empatía con la privacidad de alguien. 

La gente disfruta eso, vencer sobre el enemigo “que sucia es esa persona” con cosas como los DD.HH. Yo hablaba con mi mamá con respecto a estos niños que han llevado presos explicando como no pueden tener cargos políticos si no ejercen derechos políticos, ni siquiera han votado ¿Cómo pueden darle un cargo de sedición? que cosa tan loca, es cosa de guerra, de juramento militar, no tiene sentido. Ella dice: “Seguro son delincuentes” y yo le digo ¿Dónde están los datos? Tengo que explicarle que sacar una persona de la cárcel no significa cambiar un gobierno o cambiar la micropolítica, porque Cuba tiene todo dominado hasta la micropolítica. A nivel afectivo es un totalitarismo super exitoso.

MHD: ¿Qué sentiste cuando Fernando Rojas te dijo que no tenía que dar explicaciones de su trabajo el 27N cuando le preguntaste quienes habían firmado la asociación?

JR: Ambivalente, porque estaba sorprendida y a la vez no. Yo supuse que no me iba a dar explicaciones porque es un represor. Es un funcionario público pero te dice que no te va a dar respuesta lo que lo convierte en represor, cuando lo normal es que un funcionario público te de respuesta. En esa parte no estaba sorprendida, me sorprendió su reacción de dar golpes a la mesa poniéndose rojo enojado, no es posible si hice una pregunta inocente. Eso es lo que tienen ellos, son tan autoritarios que la inocencia los enoja.

MHD: Lo que los enoja es darse cuenta que no tienen una respuesta racional para dar entonces como no pueden justificar entonces se enojan y apelan a las emociones porque no pueden apelar a la razón.

JR: Después llegó y me pidió disculpas y le dije: “No tienes que pedirme disculpas, en todo caso lo siento por enojarte de esa manera, pero todavía estoy esperando la respuesta”. Hay que tener firmeza con ellos porque no es que me pides una disculpa y todo está resuelto. Las respuestas nunca llegan, son represores, en Cuba no hay un sistema público responsable, es irresistible e irresponsable, no te dan respuesta y no hay manera de oponerse, no hay estructuras. Las estructuras son infrapolíticas.

MHD: Después de todo lo del grupo del 27N que apostaron por el diálogo, que insistieron con paciencia para buscar esta lucha pacífica de buscar un cambio por los canales más institucionales ¿aún tienes esperanza en que pueda abordarse el diálogo de alguna u otra manera? ¿Los activistas siguen dispuestos a hacer procesos de diálogo?

JR: Yo creo que el diálogo siempre es relevante y ya hay diálogo, hay diálogo con un sordo, obviamente estamos encontrando  los límites y maneras, el punto de diálogo para entrar y cuando se sale porque ellos tienen la fuerza, las instituciones, la comida, todo, y uno tiene un límite. A Carolina la tuvieron cuatro meses presa en su casa, que es una cosa muy loca, la tortura psicológica que representa eso. 

Yo creo que diálogo hay, pero hay una parte dominante, hegemónica, por suerte la parte hegemónica no es la única parte. Es importante que en los totalitarismos haya partes. Cuando dicen que la política es división lo dicen rigurosamente, y eso es bueno, que haya división y pluralidad, que se pueda ver un 27N, un Ministerio de Cultura, una Policía Política. Ya las partes están emergiendo y eso es muy bueno, porque un poder fragmentado no es un poder violento unitario, es fragmentado, uno sabe cómo dirigirse a una de las partes. Diálogo hay, ha existido, existió cuando los intelectuales del 91 que eran 10 ahora fueron 300, otras veces han sido 20, ahora la gente que salió a las calles fue por miles y no hay paradigmas de liderazgo.

MHD: Lo de los intelectuales, la Carta de los 10, se la enviaron a Fidel Castro pero los metieron a todos presos, los amenazaron, les hicieron actos de repudio y a muchos los mandaron al exilio.

JR: Sí, pero fíjate, de las demandas hay dos que ya tenemos, ahora hay derechos migratorios que antes no había. Cuando enviaron esta carta un cubano no podía tener pasaporte, que es una locura. Todavía no podemos tener tarjetas de crédito, tener personalidad jurídica internacional ni nacional, pero hay cosas que han evolucionado, y yo soy muy de mirar la realidad no sólo negativamente en el sentido ese de que no tenga la realidad que le pueda poner sino positivamente que sí tiene la realidad, porque parece que la polis paralela no ha evolucionado porque sí ha evolucionado, ahora hay internet, hay marchas masivas, eso no existía, esas marchas masivas tienen los eslogan que los artistas han estado creando, tienen las palabras que los artistas han estado introduciendo que son libertad y dictadura, que son cosas muy abstractas, cuando uno pide libertad en la calle es como “¿qué estás pidiendo?”, pero eso se puede traducir con el tiempo. 

Ya parece más una lucha intergeneracional transgeneracional, ya no son 10 iluminados, ahora hay muchos sectores, parece más cualidades de infracomunidad. Ahora hay gente que no necesita ser golpeado directamente para decir que eso no se hace, ese es el límite. Ya la gente saca a los activistas de las patrullas, eso es increíble.

MHD: Se solidarizan con los que están siendo llevados ¿a eso te refieres? ¿Gente que sacan de las patrullas a los que están siendo llevados por la policía?

JR: Sí, y que se está aprendiendo a ejercitar la ciudadanía, y los cubanos están aprendiendo a ser más ciudadanos. Tienen sus dispositivos móviles para grabar, ya saben usar cuentas anónimas, o grabar actos de injusticia. Parece que son cosas pequeñas pero no son cosas pequeñas, tal vez para un país es algo pequeño pero para la persona que está sufriendo eso es todo. Es tener un juicio cívico y público, aunque lo legal sea corrupto hasta el final. Así no tengas derechos vas a tener testigos, al limite no te vas a sentir como un loco, porque una de las peores cosas que viví cuando no había internet es que me sentí loca. Cuando todo el mundo que tú entendías no funciona y tienes que empezar de cero. Ahora es diferente, hay mucha gente que piensa como tú y hay maneras. 

Estar por sí sola generando diálogo, las instituciones no quieren hablar conmigo pero mis compatriotas y conciudadanos sí hablan conmigo, hay un diálogo horizontal, ¿qué mejor diálogo que ese? yo soy libertaria, entro al Ministerio de Cultura porque no tengo que ver nada con eso. Las represalias iban a ser amenazas contra mi familia o botarme de La Habana, ya lo hacen por cualquier cosa que quieran hacer, pero no voy a perder el trabajo, ya me lo hicieron hace seis años,

MHD: Lo que dices es super importante porque en un país totalitario donde el miedo reina y hay siempre infiltrados, ahora no sucede tanto pero antes te denunciaban los propios familiares, no había cohesión, no había diálogo, tenías miedo de hablar con un vecino, ya al menos hay diálogo entre la misma ciudadanía, entre las distintas organizaciones, artistas y distintos actores.

JR: Eso es enorme, sí. Cuando a mi me quitan el internet  y mi mamá me llama y le digo que me quitaron el internet me dice: “Algo habrás hecho”, mi mamá es cómplice, es una tortura. Yo sufro mucho eso pero después logro hablar eso con ella y le digo “Mira esto funciona así y así” y es como un proceso de sanación porque a veces uno abandona el proceso muy rápido porque es mucha tensión, mucha la hostilidad, y la hostilidad de baja intensidad te digo, cuando he estado trabajando en Instar también he sido acusada de ser agente de la seguridad del estado, y “¿qué puedes decir contra eso? no tienes pruebas, ¿Qué pruebas tienes tú de qué lo soy?” y me dicen “es por esto que has dicho”, y yo les digo “pienso eso, tengo un punto en común con la policía política” soy un ser humano, es complicadísimo porque así funcionan los totalitarismos, funcionan haciendo a la gente incomunicarse entre ellos, haciendo creer que el único diálogo válido es el vertical, y todo viene desde arriba, lo que te comes, lo que vistes. ¿Cuándo los cubanos vamos a dejar de ser hijos y vamos a pasar a ser clientes, exigir y demandar? La campaña de alfabetización fue hace 50 años, por favor dame un logro de hace 10 años al menos, todos los días celebran eso en el noticiero, y mi papá está súper orgulloso de eso, como que “somos el país más culto del mundo” es como “padre en todos los países hay enseñanza pública y eso es un estándar” podemos tener más cosas. Mi papá tiene esas ideas sobre la deuda externa.

Las nuevas generaciones son diferentes, ya nadie se cree eso, nada más hay que ver todo el movimiento independiente, tiene una fuerza, profesionalidad, simplemente yo creo que hay una competencia natural que el gobierno no está pudiendo superar, y es cuestión de tiempo como pasó con todos los totalitarismos, no funcionan porque minan la realidad y termina por pasarle factura. Sé que esto ha cobrado vidas humanas, porque 60 años es una vida humana, es triste y ojalá sea una lección.

 El diálogo está pasando, el diálogo estuvo pasando desde siempre, en Cuba han existido exiliados de siempre, presos políticos de siempre, Fidel Castro fue un asesino desde siempre, el Ché Guevara fue un asesino desde siempre, pero simplemente la gente no lo quería ver. Un partido desde el año 62 como puede ser revolucionario si tienen el poder ¿Qué está revolucionando? y ha pasado desde siempre, es mi información filosófica, es solo un cambio de mente sobre eso. Ahora hay emprendedores, gradaciones en la ciudadanía, porque hay gente que tiene más recursos para expresarse que otros, pero hay una ecología de comunicación ciudadana mucho más grande, por eso hay que cambiar eso de dentro y fuera de Cuba.

MHD: Hay que rescatar esa figura y darla a conocer. Desde afuera con la información es más fácil enterarse, ahora con internet se difunde, pero en estos 30 años desde la caída del Muro de Berlín, el bloqueo comunicacional que mantuvo el régimen cubano con la ciudadanía ha imposibilitado que conocieran a las Damas de Blanco o a Oswaldo Payá, sus ideas, proyectos, campañas que han impulsado intelectuales.

JR: O que también hayan impedido que se cambiara la constitución, porque la constitución en la única apertura democrática que tenía la cambiaron por lo de Payá, porque encontró un incentivo y ellos cerraron ese incentivo y nadie se enteró por qué cambiaron la Constitución. Le explicaba a mi cuñado que cuando ellos hablan de consulta son rigurosos pero  la consulta no es un mecanismo democrático porque es decir “Sí o No”, el mecanismo democrático sería el plebiscito donde tienes que oír opiniones y propuestas. El “Sí o No” es muy dinámica y ya viene con una propuesta, tampoco es que los cubanos hayan tenido que pensar mucho, no hay pensamiento político o civil ahí.

Le digo “¿En serio tú no sabías que la constitución la cambiaron por lo de Payá?” Está secuestrado todo pensamiento en Cuba, y eso del bloqueo comunicacional es en sentido amplio, porque no solo la información no sale, tampoco entra y uno entra en un proceso de embrutecimiento y nos comportamos medievalmente.

Eso de que ahora entre la música popular es un logro grande porque generalmente los artistas que se manifestaban opuestos al gobierno, no eran muy conocidos, esto es nuevo también, música popular implicada en el debate político eso es enorme y es muy nuevo, no lo había antes. Cuando lo veo eso tiene tanta fuerza porque ¿Quién es más el pueblo? ¿Díaz Canel o los Van Van? Todo el mundo va a decir Los Van Van enseguida, porque cuando los Van Van dicen públicamente que están con el pueblo no es poco, porque Díaz Canel es un post-totalitarismo que no es simpático, no es carismático, no es nada de lo que era Fidel pero Los Van Van, Gente de Zona, música popular sí.

MHD: ¿Crees que estamos en un proceso post-totalitario?

JR: Sí, un proceso post-totalitario sin duda. Creo que teóricamente que en el mismo momento que podemos nombrar el totalitarismo, y esto todavía no es en todos los aspectos, hay gente que está renuente a nombrar totalitarismo a Cuba, aunque tenga todas las características porque tiene la violencia, el unipartidismo, tiene todo. El mismo momento en que uno lo nombra así hay un proceso de conciencia, y un proceso que conciencia es un proceso de superación porque ya se reconoce una realidad está en posición de transformarla. Cuando Cuba era revolución por acá y por allá no creo, pero ya Cuba tiene nombres como dictadura y totalitarismo, ya hay un proceso de destotalitarización. Ya hay movimientos que son reconocidos, figuras públicas que no son necesariamente políticos profesionales que no dicen abiertamente que se oponen al gobierno pero apoyan a quienes se oponen al gobierno, una forma indirecta de mostrar solidaridad y simpatía y de oponerse al gobierno. 

Sí hay un proceso de destotalitarización sin duda, ponle la causa que quieras, el internet, que se han envejecido los líderes, que se han muerto, pero la realidad es esa, hay gente que está diciendo “Abajo la Dictadura”, eso es post-totalitarismo, eso no pasaba antes.

En 2018 fue cuando tuvimos internet. Yo soy activista del lenguaje así que es bueno empezar a introducir eso.

MHD: ¿Cómo generar lazos de cooperación? ¿Crees que en los artistas y el movimiento artístico que levanta más la voz que va en aumento, cada vez fueron más y más importantes, el régimen va perdiendo credibilidad?

JR: El régimen no tiene legitimidad si lo analizas rigurosamente, pero credibilidad todavía tiene porque la gente todavía cree en eso, no lo analiza racionalmente. La racionalidad política está en bancarrota desde 1962. La credibilidad es algo que no se como puede aumentar tanto con tan poca racionalidad.

Todavía pasa en el Movimiento San Isidro, Luis Manuel está en una prisión de máxima seguridad con riesgo para su vida porque ellos matan a las personas, les infectan de sida, los enferman, es una práctica que han hecho muchas veces. Cada día que pase en esa prisión está en riesgo su vida. De hecho sabemos que caer en un hospital es más peligroso que caer en una prisión. Esas imágenes que pusieron de Ferrer, a ese hombre lo drogaron para hacer ese golpe sobre la mesa, hay sustancias que te provocan eso, y se ve en las imágenes, él no es un ser violento. En todo caso no es ético poner una persona de autoflagelación así, pero nadie lo entiende, solo dicen “miren que violento”.

Volviendo a la pregunta, sí, el recurso se había empleado, lo que pasa es que el recurso de insertarse dentro de una comunidad más amplia como la internacional y en una práctica comunista como la internacional comunista de Marx. Un artista cubano y un artista argentino tienen algo más en común que un artista cubano con un mecánico cubano, hay lazos gremiales internacionalizables, por eso Marx decía que tenía que ser de obreros, no de clase, es mi interpretación. Eso es lo que ha pasado, yo he estado haciendo eventos internacionales explicando e insertandome profesionalmente y llevando los debates en realidades de Cuba donde la gente más o menos acepta o negocia con estadística o credibilidad. Uno lo dice desde una posición semi autorizada porque uno es cubano y uno vive esas realidades, tu no me puedes desautorizar mi propia vivencia.

Eso ya se hacía antes, los disidentes hacían organizaciones internacionales, salían al exilio, ya habían hecho proyectos editoriales, culturales, proyectos de conciencia de la realidad en Cuba, esto ya estaba pasando, no se está haciendo desde cero, es amplificado y acelerado por el internet y las dinámicas globales que han acelerado todo, no solo en Cuba. Todo pasa más rápido porque no hay que esperar una carta. En ese sentido por eso lo del postotalitarismo se ha acelerado, pero hay una historia, una tradición, yo estudiando los proyectos editoriales independientes y no puedo creer la riqueza que hay de eso, donde en condiciones tan hostiles donde escribir un artículo te podía llevar a la cárcel la gente todavía escribía. Son cosas de la naturaleza humana.

Si te quitan una dimensión te quedas preso, tienes que tener otras cultivadas, porque eso es lo que es la ciudadanía, un ciudadano no es un ser político porque es totalitario, cuando hay esa saturación de lo político, de la gloria. Yo se que voy por la vida cotidiana otra vez pero esa es mi obsesión, la vida cotidiana. Mi vida cotidiana fue un infierno para mí rodeada de militantes comunistas y de familia pro gobierno, y tuve que aprender a navegar la vida cotidiana hostil simbólicamente, mis padres y mi hermana me respetan y me quieren pero simbólicamente es terrible.

Pero hay personas o agentes culturales que no son artistas y a mi me choca un poco a veces eso de artistas o no artistas porque justo mi trabajo es borrar esos límites, que no se patrulle tanto esos límites, porque yo tengo proyectos completos que hago obras de artes con personas que no son artistas, o que me interese esa dimensión artística en los seres humanos. A mi me parece que este movimiento es más amplio de artistas e intelectuales porque eso traería reducir esa lógica sectorial que quiere el totalitarismo, es un proyecto político, ciudadano,  es de otras pertenencias que no son gremiales porque sería reductivo dejarlo en las pertenencias gremiales, porque por  ejemplo ahora hay tatuadores que ahora tienen reivindicaciones por ser artistas, que yo apoyo, pero tuvimos un debate grande con Luis Manuel a ver si vale la pena o no determinar si es artista o no, eso no importa, háblame de la obra, ¿Qué te parece la obra? ¿el artista es el que hace obra o tiene una obra? es un debate escolástico  medieval “¿Cuántos ángeles caben en la punta de un alfiler?” vamos a lo concreto, toma un preso político y haz una campaña hasta el final con él y que salga libre, porque con 10 no puedes, y cuáles son tus habilidades para que esto de resultado. Así funciona el sistema también llenándonos de información y saturándonos de propuestas.