Por Micaela Hierro Dori *

Carlos Alberto Montaner fundó el partido Unión Liberal Cubana en el exilio, siempre con la vocación de trabajar dentro de su país, para que el Gobierno de Cuba abandone el sistema de partido único que bloquea la libertad y la democracia en la isla. En 1990 junto a otros líderes de partidos opositores, José Ignacio Rasco del Partido del Demócrata Cristiano de Cuba y Enrique Baloyra de la Coordinadora Social Demócrata Cubana, impulsó la Plataforma Democrática Cubana que fue la primera iniciativa que reunía a líderes de la oposición. Ya han pasado más de 30 años y como él mismo dice “el dinosaurio sigue ahí a los pies de la cama, como en el cuento de Arreola”.

Montaner es una de esas personas abiertas a dialogar y bien dispuestas a apoyar toda iniciativa que luche pacíficamente por la libertad de Cuba, pero también de América Latina. Consciente de la importancia de la solidaridad democrática, de toda declaración y acción de líderes de otros países del mundo, ha trabajado con las organizaciones internacionales partidarias, logrando apoyos relevantes como el de Adolfo Suárez (Presidente de España entre 1976 y 1981 y persona clave para la transición española). Sin embargo, la Asamblea Nacional de Poder Popular encabezada principalmente por Ricardo Alarcón, respondió a la propuesta de diálogo de la Plataforma Democrática Cubana, como sólo saben darla en el Partido Comunista de Cuba: con la acusación absurda de ser la CIA. A toda propuesta de diálogo o demanda ciudadana hecha por cubanos que no responda al pensamiento único, la acusan de ser de la CIA; ser pagada por los EEUU o ser influenciada por el imperialismo o intereses extranjeros. Ese tipo de respuestas no es novedad.

Desde sus comienzos, Montaner se ha esforzado por generar un diálogo y hacer que Fidel Castro entre en razón, que se necesitaba un cambio para que Cuba sea de todos los cubanos, pero el dictador latinoamericano con más años en el poder siempre respondía «Primero la Isla se hundirá en el mar antes que renunciar a los principios del marxismo-leninismo”. Esa frase, guía para la política de gobierno, especialmente para las fuerzas de seguridad que mantienen el control de la ciudadanía a base de sembrar miedo y represión, negaba una oportunidad de cambio, aún cuando la crisis económica de la isla, el llamado “Período Especial” era evidente en el hambre de los cubanos.
En la actualidad el destaca que “José Daniel Ferrer, Rosa María Payá y el Movimiento San Isidro están a la cabeza de la oposición” y a ellos “hay que apoyarlos”,.. “el propósito es servir a Cuba”.

Micaela Hierro Dori (MHD): La Plataforma nació como la unión de 3 partidos pero ¿llegó a buscar más adhesiones de otros partidos o movimientos de la sociedad civil o recibió apoyo con declaraciones positivas de otras organizaciones dentro o fuera de la isla? En tal caso, ¿podría mencionarlas al menos algunas para ejemplificar la repercusión de la Plataforma en el resto de la oposición del momento?
Carlos Alberto Montaner (CAM): Yo hablé con Jorge Mas Canosa y le pedí que creara un partido conservador. Cuba necesitaba un Partido Conservador. Me dijo, en 1990, que a la dictadura de Castro le quedaban seis meses. No había tiempo para nada. Le respondí que le quedaban dos años. Los dos estábamos equivocados. Por aquellos tiempos le conté la anécdota a García Márquez y Gabo me respondió: “los dos están equivocados. Al régimen le quedan seis años

MHD: La Plataforma Democrática Cubana surgió en un momento histórico que era muy esperanzador para todos los que buscaban un cambio en Cuba, era el momento de la caída del muro de Berlín y la tercera ola de democratización. Surgían partidos nuevos en Cuba que seguramente se imaginaban una caída del régimen y un pronto llamado a elecciones, y las organizaciones partidarias regionales e internacionales, especialmente la liberal y demócrata cristiana, contribuyeron mucho para apoyar y visibilizar lo que pasaba en Cuba. A pesar de la crisis económica, el período especial, y de la crisis del bloque socialista, el gobierno de Fidel Castro pudo sobrevivir a la década del noventa hasta encontrar un nuevo apoyo en Venezuela cuando en el año 1999 gana las elecciones Chávez. ¿Cuál es su opinión de por qué no se pudo iniciar el proceso de democratización en Cuba a pesar de ese momento de debilidad?¿Cuánto influyó el factor geopolítico de ser una isla, o el factor del miedo y control del sistema totalitario sobre gran parte de la población o de manipulación ideológica de la otra parte de la población aún convencida de que defendiendo a la revolución defendían a Cuba de intereses externos?

CAM: Cuba no fue el único país que se ató al marxismo leninismo para pasar la borrasca. Corea del Norte también. Fidel Castro llegó a advertirles a sus gentes, y a toda Cuba, que “primero la Isla se hundiría en el mar antes que abandonar el marxismo leninismo”. ¿Por qué una amenaza tan obscena? Porque para este Macho Alfa todo el mundo le debía obediencia ciega. Cuba y Corea del Norte son dos dictaduras férreas controladas por familias. En esa época, años noventa del siglo pasado, yo sabía que sin la razonable aceptación por parte de Fidel de que debía abrirse al mercado y a la democracia no había nada que hacer. Mi error, que fue el de la Plataforma, era creer que la realidad se impondría y vencería la testiculitis aguda que padecía el personaje. No le importó que más de sesenta mil cubanos perdieran la vista como consecuencia de la desnutrición. Lo único que le importaba era imponerse sobre los demás cubanos.

MHD: Por lo general, la oposición casi siempre ha coincidido en qué desea para el país y qué exigir al gobierno, pero no ha logrado siquiera que el gobierno cubano las considere pues ante cada demanda, vuelve a pisotear los derechos con más represión. Las estrategias democráticas han buscado mayor incidencia internacional, pero ninguna ha logrado la suficiente presión para que el gobierno reaccione y tenga que sentarse a dialogar. ¿Porqué los gobiernos democráticos llevan la prudencia diplomática al extremo rayando el punto timorato de no distinguir el trato con sus pares democráticos o dictatoriales?

CAM: Las dictaduras de izquierda son juzgadas por sus intenciones. Las de derecha, por sus resultados. Eso explica la benevolencia y la paciencia con que juzgan al castrismo. Hay un miedo cerval a enfrentarse a los desmanes de la izquierda. Además, el castrismo es capaz de responder en el terreno desde donde lo critican. La dictadura cubana recluta y cultiva a sus benefactores. Los partidos comunistas se prestan servicios. Los “agentes de influencia” le rinden pleitesía al régimen cubano.

MHD: En mi opinión, las principales diferencias de los miembros de la oposición en las reuniones y grupos de trabajo de construcción de consensos y espacios de diálogo eran dos: si dialogar con el gobierno totalitario o no, ya sea porque algunos piensan que es inútil o si es inmoral; y por otro lado es sobre el posicionamiento frente a la ley Helmes-Burton, si pedir al Gobierno de los Estados Unidos a que la quite por su inefectividad o no. ¿Cuál es su opinión al respecto?

CAM: Los cubanos debemos aprender a dialogar entre adversarios. Con los amigos es muy fácil. Pero hay que abrirse al diálogo con los enemigos. Recuerdo una discusión con un personaje de la Fundación que me echaba en cara mi condición de “dialoguero”, palabreja que pusieron en circulación ellos mismos. En un momento de la discusión le pregunté a mi interlocutor qué harían ellos si Fidel Castro tiraba la toalla y los llamaba a pactar la retirada. “Iríamos en el acto,” me dijo, “pero si lo haces público te desmiento”. Creo que es un error levantar la ley Helms-Burton, al menos mientras no haya síntomas de que el régimen comienza a cambiar. Cuando el cantautor Silvio Rodríguez me conminó a que pidiera el levantamiento del embargo como un gesto de buena voluntad, le respondí diciendo que estaba dispuesto a hacerlo si él estaba dispuesto a integrar una comitiva gobierno-oposición que se sumara a la petición. No me respondió.

MHD: La Plataforma destacaba la importancia del rol que cumplía la comunidad de cubanos en el exilio, quizás para reducir las diferencias que se hacían entre el movimiento pro democrático de la isla y del exilio, división que le convenía sólo al régimen para entorpecer el apoyo que daban los cubanos en el exilio a los de la isla. Hoy en día con la mejora en la comunicación por internet y en las redes sociales, la interacción entre todos los cubanos, sin importar donde estén, es más fluída. Me pregunto ¿Cree que hoy estén mejor dadas las condiciones para el trabajo alineado entre cubanos dentro y fuera?

CAM: No hay duda de que Internet ha facilitado mucho la lucha con la dictadura cubana. Ya no es lo mismo. En 1990 eso estaba en pañales. Los youtubers no existían. Las magníficas crónicas de Iván García se publican de inmediato en Diario las Américas. Una joven audaz como Tania Bruguera, tampoco. La simple tenencia de un teléfono que pueda trasmitir unas fotos instantáneamente pone a temblar al régimen. En su momento será más fácil llegar a consensos.

MHD: En las distintas iniciativas de construcción de consensos se generaron reuniones, cumbres, documentos, declaraciones e incluso campañas con estrategias en común entre los actores de la sociedad civil. O sea que el diálogo entre éstos siempre existió, aunque no estuviera la totalidad de actores. ¿Cree que el diálogo entre la ciudadanía y los actores de la sociedad civil pro democrática se puede facilitar con canales de comunicación abiertos como las redes sociales, aplicaciones y la web? Si, es así, ¿cree que estamos realmente ante un momento clave en esta lucha de tantas décadas de iniciar el proceso de democratización en Cuba?

CAM: Por supuesto que estamos en un momento clave de la lucha. La tecnología acabará venciendo a la tiranía. Incluso China, que emplea decenas de miles de trabajadores en controlar las redes sociales, no puede hacerlo eficazmente. La noticia de que una china había ganado el Oscar a la mejor película norteamericana logró penetrar Internet.

MHD: ¿Qué mensaje le transmitiría de su experiencia y años de trayectoria luchando por la libertad en Cuba a los jóvenes artistas que fueron protagonistas del acuartelamiento del Movimiento San Isidro y del 27N?

CAM: Viendo las escenas del Movimiento San Isidro pensé que nuestra lucha no ha sido en vano. A esos muchachos, a los cantantes y compositores de “Patria y Vida” les pediré que persistan. Como dijo mi amigo Willy Chirino, y repite mi amigo Paquito D´Rivera, “viene llegando” la hora de la libertad.

 

* La autora es Especialista en fortalecimiento de la sociedad civil, liderazgo e innovación democrática.